Lectores de Granma en enconada lucha contra revendedores
[31-08-2012]
Laritza Diversent
Abogada y periodista independiente

(
www.miscelaneasdecuba.net).-
Lectores del diario oficial del Partido Comunista de Cuba piden
acciones reales contra los vendedores de artículos varios de uso en el
hogar, una de las actividades más solicitada por los cubanos, para
ejercer por cuenta propia.
J. C. Mora Reyes
este último viernes se quejó de la falta de acción gubernamental para
reprimirla. Según el comentarista con la denuncia se cruzó una línea “lo
antes furtivo pretendidamente ignorado se vuelve conocido”. No
obstante, asegura “todo se mantiene igual, estimulándose así las
tendencias transgresoras como algo cuasi normal”.
“He leído,
escuchado y emitido muchas opiniones sobre la reventa de artículos
comercializados por el Estado con precios hiperbolizados solo
conformados por la ley de oferta y demanda y el actuar inocente de
quienes deben, tienen y están obligados a proteger al consumidor”,
comentó J. P. Granados Tápanes, en la misma sección
La
sección semanal Cartas a la Dirección del diario oficial del Partido
Comunista de Cuba (PCC), en menos de un mes publicó cerca de 10
opiniones de sus lectores, en contra de los revendedores. La mayoría de
los lectores opinan que estas personas no son cuentapropistas. “Son
revendedores inescrupulosos y estranguladores de la economía de los que
trabajan”.
Según datos oficiales antes de ampliar y
flexibilizar el trabajo por cuenta propia en octubre del 2010, el sector
estaba constituido aproximadamente por 87 mil 889 personas, un 0,78 %
de la población. Actualmente ejercen 378 mil y se espera que en este año
lleguen a medio millón.
Actualmente la actividad de
Trabajadores contratados es la más solicitada por los cubanos. Le sigue
en orden la de elaborador vendedor de alimento, la transportación de
carga y pasajeros y los productores vendedores de artículos varios de
uso en el hogar (revendedores).
“Es doloroso ver como
mercancías de todo tipo, en muchos caso subvencionada por el estado y
otras provenientes del mercado de frontera en divisa se exponen
públicamente y comercializan a precios inflados por personas con
licencia de trabajo por cuenta propia”, comenta J. P. Granados Tápanes
La
legislación les prohíbe vender artículos industriales adquiridos en la
red de establecimientos comerciales estatales. Les exige además
comercializar sus producciones exclusivamente, con la posibilidad de
pactar libremente los precios.
La solución de estos
revendedores es un mercado mayorista, donde adquirir sus mercancías por
cantidad y aprecios diferenciados de los que ofrecen a la población, los
mercados estatales minorista, único que legalmente reconocen las
autoridades. Un problema, que según se consigna los lineamientos
aprobados en el Sexto Congreso el PCC, planea resolverse antes de que
concluya el 2015.
Granados Tápanes llamó a los
cuentapropista, “trabajador por extorsión” y los hizo responsables “de
que la capacidad de compra del salario de un empleado cubano de
cualquier esfera de la economía se deteriore cada vez más y rinda
menos”.
Los cuentapropistas están preocupados por la
influencia que pudieran tener estas opiniones en las altas esferas del
gobierno. La sección Cartas a la Dirección, donde se publica como
promedio 6 o 7 opiniones de los lectores semanalmente. El trabajo por
cuenta propia es uno de los más debatidos. Solamente en el presente año,
al menos dos opiniones publicadas tocan el tema de los revendedores.
Según
Mora Reyes la denuncia pública no tiene ningún efecto cuando “existe
tolerancia, morosidad, incapacidad, facilismo o desesteres de las
autoridades en la aplicación de medidas enérgicas” contra esas
manifestaciones.
Según el lector pasar a la ofensiva no es
una quijotada. Es “una responsabilidad inaplazable desde el mimo momento
en que se tiene conocimiento de la situación incompatible con la
dignificación del ser humano”. “Hacer es la mejor manera de decir”,
concluye su escrito.
No hay dudas, la inactividad del
gobierno ante estas denuncias, convierte la sección del único diario de
tirada nacional, en un receptor de quejas y lamentos sin solución, al
estilo de las rendiciones de cuenta del delegado municipales.